“El silencio fue allí el que hablo por los dos amantes”. El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha de Miguel de Cervantes.

Una pieza musical es el lapso que existe entre dos silencios.

El silencio es una nota sostenida.

Adivinanza: “Si dices mi nombre, ya no existo”. El silencio.

EL SILENCIO SE HIZO CARNE

Cuando alguien le pregunto a Marcel Marceau, “Que se necesita para ser mimo”, él no respondió lo convencional: técnica, pasión, habilidad, disciplina, estudio, sino algo superior: “Ser humanista”.

El actor puede representar a un rey, un ladrón, un santo, un mendigo, un ministro. Todas las condiciones del ser humano están presentes en uno, y es el actor cuando lo reconoce, que se funde con la humanidad. Entregar su arte a los demás sin egoísmo o vanidad. La grandeza se reconoce por la humildad, bien lo sabia Albert Einstein cuando dijo; “Un hombre solo se ve grande, cuando esta de rodillas”

Este es el principio del arte, reconocerse como parte de la humanidad. Así como Chaplin fue ciudadano del mundo. Marceau con su luz no morirá. Estos son seres fuera de serie que no tienen sucesores, son únicos a pesar de que muchos los quieren imitar.